Somos el mejor maestro para que las personas aprendan a amarnos. Cada quien demuestra el amor como aprendió a hacerlo, pero tú tienes la responsabilidad de aceptar o no esa manera de ser amado/a. Ninguna persona puede amarte como quieres que te amen si tu no le enseñas cómo hacerlo. Si no conversas de aquellas cosas que te gustan o que te gustaría que hagan, ¿cómo supones que otra persona pueda saberlo? Para poder comunicar esa manera en que deseas y mereces ser amado/a, primero debes dedicarte a conocerte.
Hace un tiempo me comencé a cuestionar por qué estaban llegando cierto tipo de relaciones a mi vida, donde simplemente recibía migajas y debía actuar como que encajaba en cierto estereotipo para ser aceptada. Creo que en pocos momentos era verdaderamente yo. Al final de los días me sentía agotada, muchas veces triste y cansada de vivir en un teatro constante del cual no me estaba dando cuenta que era parte. Me permitía forrarme de todas las etiquetas y llevarlas como una bandera, que no me enorgullecía, pero me hacían sentir parte de algo. Todo esto siguió hasta un día que decidí alejarme de todo y de todos, fue un real caos por múltiples cosas. Me sentía tan rota, perdida y ansiosa. Pero, al final, pasar ese tiempo conmigo, dedicarme a reconectar con esa esencia que verdaderamente es Esmeralda me ha cambiado la vida. Ya no tengo necesidad de tratar de encajar ni intentar ser querida por algo que no soy. Era muy dura conmigo y así mismo atraía personas que lo eran conmigo porque pensaba que eso merecía. Ahora he aprendido el valor que tengo y con ese mismo ahora soy tratada en las relaciones que atraigo. Así como ven que te amas, te respetas, te cuidas y te impulsas; así lo harán los demás contigo.
Haz contigo aquellas cosas que sueles hacer para conocer a otra persona: ten dates, haz journaling para tener esas conversaciones contigo, baila frente al espejo, medita, etc. Pasa tiempo de calidad contigo como debe hacerlo una persona que te ama.
Aprende a no ser tan duro/a contigo, tente paciencia, acepta tus debilidades y fortalezas. No tengas miedo de ser tú. Quiérete siempre, sin dudarlo, sin condiciones y sin prejuicios. Aprende a amarte desde aquellos errores que hoy te permiten ser una mejor versión; deja de culparte por haberlos cometido y úsalos como un impulso. Así como quieres que las personas estén para ti, debes estarlo siempre sin condiciones. Abrázate fuerte que lo sientas en el alma en cada momento.
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